Una noche llena de energía y buena vibra fue la que nos regaló Paco Rentería con su concierto del Sábado 21 de Noviembre. Desde el comienzo supo animar al lleno total del Teatro de la República; acompañado de grandes músicos: el maestro Roberto Quintero en las percusiones, el maestro Luis Quintero en la guitarra, el maestro Jorge Bernal en el bajo, y el maestro Benjamín "Chemin" Santillanes, en la trompeta; quienes supieron llevar el ritmo de la música y la alegría al ritmo de sus notas.
A pesar de haber algunos contratiempos, la organización fue buena, y aunque hubo algunos inconformes, Paco supo regalar las palabras exactas a la persona que gritó que tenía problema con los organizadores, al decirle que habían situaciones externas que se salían de control, pero que al final, dependía de la actitud propia, de si iba a disfrutar del concierto, o a amargarse por pequeñas situaciones. En ese momento, el público eufórico se soltó en ovación y el señor lo aceptó con un solo gesto de aprobación.
Entre bromas y notas, transcurrió el tiempo del concierto. Con canciones como "El Mariachi" y "Piel de mujer", el público no paraba de reír, y aplaudir al ritmo de la música. Los juegos entre los artistas, no se hicieron esperar, imitando la rapidez de las notas en los respectivos instrumentos, que imponían los retos a superar. E incluso, Paco propuso un juego entre el público y los artistas: ver quién se cansaba primero, si ellos de tocar, o el público de aplaudir; terminando triunfante la concurrencia queretana.
Paco definió el concierto como: "padre, pero surreal", debido a que por primera vez, como comentaba, podía ver las caras de todos y ver quién no aplaudía. Comentó la sensación de estar tan cerca del público, compartiendo emociones.
Así, Paco y sus acompañantes salieron del escenario, y ante el grito unísono de "otra, otra", salieron a seguir deleitando con las notas que emanaban de sus instrumentos. Tocaron "Gipsy Rock", del nuevo álbum, y empezó a bromear acerca de la piratería y sus discos, y de la cuestión de que, cuando el público empezó a hacerle varias preguntas, pareció una rueda de prensa.
Cuando al fin las preguntas cesaron, pidió a los presentes que cada vez que escucharan esa canción, se tomarán unas cuantas a su salud, y volvió a entonar "El Mariachi". Se despidió con la lluvia de aplausos y la petición de su pronto regreso.